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Capítulo 16

Y el resto del mundo cambió: Windows e Internet

The improvement of our way of life is more important than the spreading of it. If we make it satisfactory enough, it will spread automatically.

Mejorar nuestra forma de vida es más importante que extenderla. Si lo hacemos de forma suficientemente satisfactoria se extenderá automáticamente.

Desde que en 1984 Apple creara el concepto de "interfaz humana" con el Macintosh han ocurrido muchas cosas pero tal vez la más importante sea el factor de "arrastre", el tirón, que ese concepto tuvo en el resto de la industria. Por interfaz humana entendemos aquella forma de interactuar con los ordenadores que además de utilizar una metáfora gráfica ­iconos representando elementos de nuestro entorno real, ventanas para trabajar en diversos planos, activación de las acciones pulsando botones, etc.­ está centrada en el comportamiento y hábitos del ser humano. La máquina responde a nuestras acciones según parámetros humanos, como el individuo espera según la lógica humana que las cosas reaccionen. Es algo así como enseñar a que las máquinas piensen como las personas. Para ello, para conseguir "humanizar" al ordenador, es necesario que éste siga unas pautas que en cierta manera los diseñadores del Star, en el PARC de Xerox, ya supieron adelantar como principios básicos de comportamiento de la interfaz: por ejemplo, y muy importante, la coherencia y la consistencia de la misma pero, también, la simplicidad, la claridad, la familiaridad, sencillez de uso, etc. Si la interfaz es la forma en cómo nos comunicamos e interactuamos con el ordenador, una interfaz "humana" es aquella que gira entorno a las necesidades del usuario y, como tal, del ser humano. Por ello, a este tipo de interactuación con las máquinas también se la ha definido como "amigable para el usuario" o "centrada en el usuario". La interfaz humana es pues la máxima expresión de la informática "humanizada" hasta nuestros días y la llave de la popularización de la misma. Desde su aparición consiguió arrastrar al resto de la industria de tal modo que en la actualidad, al menos en el mundo occidental o moderno, la mayor parte de las personas que interactúan con un ordenador lo hacen a través de algún sistema operativo basado en estos principios.

La universalización del uso del ordenador que permitió la popularización de este concepto se refleja principalmente a través de dos vías. La primera, la proliferación de sistemas operativos parecidos al del Macintosh o su precedente, el Star, y, la segunda, a través de ejemplos como la propia expansión de la red Internet.

 

Del DOS a Windows

 

Diversos han sido los sistemas operativos que, en la última mitad de la década de los ochenta, empezaron a hacer uso de la metáfora gráfica y de alguna u otra adaptación del concepto de "interfaz humana", pero sin duda se debe principalmente a uno la gran popularización de la misma: nos referimos a Microsoft Windows. Microsoft también tuvo ocasión, como Apple, de visitar el PARC de Xerox y de presenciar en primera fila todos sus avanzados inventos. De hecho, a finales de 1981 ya empezó a desarrollar una primera versión del sistema operativo más popular en la actualidad. El "Interface Manager", como se denominaría Windows en un primer momento, pretendía aprovechar conceptos vistos en el PARC, como las ventanas inamovibles que enlosaban la pantalla del Star o sus menús abatibles y cuadros de diálogo. Sin embargo, Windows 1.0 no aparecería hasta 1985 y finalmente se inspiraría más en el Macintosh que en el Star de la Xerox (de hecho, Apple y Microsoft firmaron un acuerdo por el cual Apple permitía a Microsoft el uso de algunos de los principales conceptos de la interfaz del Mac, como las ventanas y los iconos, a cambio de que Microsoft desarrollara software para la recién nacida plataforma Macintosh). Microsoft, que en aquellos momentos dominaba el mercado de los sistemas operativos con el MS-DOS, no pudo empezar a desarrollar una interfaz gráfica hasta que el fabricante de los procesadores sobre los cuales funcionaba el DOS, Intel, desarrolló un chip capaz de ejecutar una interfaz gráfica.

Tras diversas actualizaciones de la primera versión, en exceso lenta, (Windows 2.0 y Windows/386), Microsoft lanzaría en 1990 Windows 3.0, un entorno de trabajo gráfico que funcionaba sobre el MS-DOS y que permitía a los numerosos usuarios de ese popular sistema seguir utilizando todos sus anteriores programas para DOS y disponer, por primera vez, de un sistema gráfico mucho más sencillo de usar. Las sucesivas actualizaciones de Windows (la 3.1 en 1992, la 3.11 en 1994 y Windows 95 en 1995, principalmente) no hicieron más que aumentar la expansión del sistema gráfico de Microsoft. Sin ánimo de intentar aquí analizar las cuestiones del gran éxito de Windows a partir de 1990, especialmente por la importantísima base de MS-DOS que sustentaría su avance, sí es de destacar que la proliferación de Windows abrió el acceso a la informática a muchas personas que antes no querían o no sabían como enfrentarse a sistemas no gráficos como el MS-DOS y, lo que es igualmente importante, permitió que muchas otras personas que ya utilizaban el anterior sistema operativo de Microsoft, pudieran aprovechar infinitamente más el potencial de sus ordenadores gracias a un sistema y programas mucho más intuitivos. Podríamos decir que el Star de Xerox esbozó la idea, el Macintosh de Apple definió el concepto y Microsoft Windows extendió su versión del mismo como la pólvora (lo cual tiene doble mérito pues la suya no es precisamente la mejor versión de interfaz gráfica que existe).

Pero la importancia de las interfaces humanizadas no sólo se plasma en los sistemas operativos de las máquinas y el mayor ejemplo de ello es sin lugar a dudas la enorme popularización que la red Internet ha tenido a partir de la adopción de una interfaz gráfica e intuitiva.

 

Y la gran red también se humanizó

 

Internet fue creado inicialmente por la Defence Advanced Research Projects Agency (DARPA) del ministerio de defensa de los EE.UU. en 1969 para intercambiar conocimientos militares entre investigadores sitos en diversos centros del país. Posteriormente ampliada a otros organismos, no se popularizó para el gran público y abrió sus puertas al sector privado hasta muchos años después de su nacimiento y cuando sus objetivos se habían modificado substancialmente. Tradicionalmente montada sobre sistemas Unix, una tecnología potente pero arcaica y, en consecuencia, muy hostil para el usuario, la navegación por esta red formada por diversas redes independientes requería de ciertos conocimientos especiales sobre su manejo y funcionamiento. Ello era una dificultad añadida para poder abrir la red a todos los sectores de la sociedad.

Pero en 1989 Tim Berners-Lee, un ingeniero inglés de software, creó la World Wide Web, una red dentro de Internet que permite acceder a gran parte de su información a través de una interfaz gráfica. La traducción de "world wide web" sería "tela de araña de alcance mundial" porque la idea base que la sustenta es tejer enlaces entre los diferentes puntos de información. Las tres principales claves de la WWW es la navegación vía hipertexto, el soporte multimedia y la integración de los servicios preexistentes. Navegación por hipertexto porque enlaza la información mediante palabras clave destacadas que sólo tenemos que tocar para desplazarnos por los documentos; multimedia porque las páginas Web pueden incluir textos, gráficos, sonidos e incluso vídeo; e integración de los servicios preexistentes porque desde la WWW el usuario puede acceder a otros servicios de Internet que hasta ese momento requerían cada uno de su propia aplicación, servicios como Telnet, FTP, grupos de noticias, Gopher, etc.

El señor Berners-Lee ideó este sistema para poder comunicarse más fácilmente con otros físicos (el proyecto fue financiado por el CERN europeo) dada la complejidad del acceso a la red, pero en 1993 la aparición de una aplicación que permitía acceder a este entorno gráfico dentro de Internet la popularizaría más allá de las fronteras para la que habría sido inicialmente creada, nos referimos al popular Mosaic más tarde reconvertido en Netscape Navigator.

La expansión posterior de la red de redes y el acceso y democratización de la misma se la debemos en gran parte a la creación de esta interfaz gráfica que utilizan ahora millones de personas desde sus casas para acceder a ingentes cantidades de información mediante el sistema que Vannebar Bush, Douglas Engelbart y Ted Nelson ya nos habían descrito bastantes años atrás.

 

Una tendencia dominante

 

Pero la humanización de las interfaces, o mecanismos de interacción con las máquinas, también se plasma en muchos otros dispositivos electrónicos que requieren de una interrelación con los usuarios. Un buen ejemplo son los asistentes personales digitales o PDA (Personal Digital Assistant) también denominados ordenadores de bolsillo. Estos aparatos vienen a ser la evolución lógica de las tradicionales agendas electrónicas, esas especies de calculadoras donde con muchos esfuerzos la gente lleva su agenda de teléfonos, su dietario semanal y algunas anotaciones. Estas agendas se pusieron de moda en los ochenta pero en la mayoría de los casos su programación era engorrosa y no precisamente amigable. En los noventa estas agendas han sido sustituidas por potentes herramientas que incluyen todas sus funciones y muchas más y que se caracterizan por unas interfaces gráficas que simulan escritorios de trabajo o blocs de notas. La interrelación con ellos ya no es mediante códigos y botones a pulsar sino mediante lápices que utilizamos para presionar sobre los iconos y menús de pantallas sensibles al tacto. Sus posibilidades son muchas, además de las tradicionales en las antiguas agendas electrónicas, pero aún más importante es la humanización de su interfaz. No hay ni un sólo modelo de PDA en el mercado cuya interfaz no pretenda (con mayor o menor éxito) plasmar alguna metáfora gráfica.

Pero el uso de interfaces humanas permite aumentar en tal modo el rendimiento y efectividad de los aparatos electrónicos que es de prever que estos se extiendan a muchos otros dispositivos como, por ejemplo, los electrodomésticos o los vehículos.

 

Y TAMBIÉN...

El proyecto World Wide Web

La iniciativa de Tim Berners-Lee en 1989 daría lugar al proyecto World Wide Web del CERN. El proyecto definía la WWW como una iniciativa de recuperación de la información hipermedia destinada a dar acceso universal a un amplio espectro de documentos. Berners-Lee desarrolló el primer servidor y cliente Web y definió las especificaciones URL, HTTP y HTML mientras trabajaba en el CERN, el laboratorio de física de partículas de Ginebra. Berners-Lee se licenció en la Universidad de Oxford y actualmente es director del W3 Consortium, un foro abierto de empresas y organizaciones que tiene por misión expandir todo el potencial de la WWW. También es uno de los científicos del LCS (Laboratory for Computer Science) del Massachusetts Institute of Technology.

 

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