Recomendado para informáticos
Narciso
por
Nuria Amat
Es un cuento sobre la profesión, apto para profesionales informáticos o aledaños
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E Como castigo a tanta petulancia, Narciso se merecería el espacio menor de estas páginas. Al ser el mito por excelencia es también el no mito. Lo promovió Freud cuando inventó el movimiento narcisista y casi un siglo después la tecnología moderna logró extenderlo por el globo. Nuestra cultura tecnológica ha sido calificada por Christopher Cash como The Culture of Narcissism (New York: Norton, 1979). Narciso ya no es el que sólo existe para sí mismo. Narciso es precisamente la ignorancia de nosotros mismos. Narciso es siempre el otro. Cuando por inercia nos preguntamos quiénes somos, ni nuestro propio yo, saturado de recetas psicológicas, se atreve a dar una respuesta. Se escucha un silencio e inmediatamente, un hálito de computadora al acecho. El ordenador se ha convertido en el espejo más completo de nosotros mismos. 2 Página anterior __________________3________________Página siguiente 4 |
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Toda nuestra vida pasa por la computadora doméstica. Frente a la pantalla crecemos, nos volvemos poderosos, inteligentes, perfectos como los mismos dioses. El espejo de Narciso tiene tanto o más conocimiento que Narciso. Narciso es la máquina que se alimenta de Narciso. Nunca hubo confidente más generoso y agradecido que este ordenador preparado para simular nuestro saber y multiplicarlo. Narciso, cuando advierte que su pensamiento se refleja en una pantalla negra y fluorescente, se enamora de su pensamiento y ya no quiere alejarse más del espejo que dibuja su mente. Cuanto más se contempla en la pantalla Narciso, tanto más aumenta su inteligencia y su loca pasión por ella. Narciso quiere ser la máquina, complementarse con la máquina, copular con ella. Narciso ha dejado de comer. Casi ya no duerme. La máquina es parte de él mismo. Los gusanillos que saltan en la pantalla se han convertido en sus ojos, en su boca, en sus oídos. ¿Quién es él? ¿Quién el otro? Narciso ya no distingue. Se ha solidificado con la máquina. La nueva trinidad trónica. Máquina, lenguaje y hombre se han hecho uno y un sólo ente verdadero. 3 Página anterior __________________4________________Página siguiente 5 |
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El espejo de la máquina certifica a Narciso que nadie hay en la tierra más inteligente que su dueño. ¡Así que la máquina se permite ser más inteligente que Narciso! ¡Quién es ella para juzgarle! La máquina soy yo. Y Narciso permanece cautivo de sí mismo. El nivel de compenetración de Narciso con la máquina es simbiótico al punto extremo de que Narciso enferma cuando se estropea alguno de los semiconductores o cuando tiene la desgracia de que un programa consiga autoanularse sin causa ni previo aviso. La amenaza de muerte es para Narciso algo tan prosaico como la desconexión, el CLR NUI, un virus informático o la saturación de la red de transmisión de datos. Y, efectivamente, durante la madrugada de un veintisiete de agosto la avería de uno de los transformadores que suministran corriente eléctrica a la ciudad deja a oscuras la casa de Narciso. El apagón tiene una duración de varias horas. Narciso muere de inanición y de melancolía.
Nuria Amat. Monstruos. Muchnik. 1991.
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La impresión del libro es en blanco
y negro. Los colores se imprimen en tramas de 256 grises.
La primera edición quedó preparada para la imprenta el día
29 de febrero de 1996.
Este ejemplar se imprimió el día xxx a las xxx horas y es
propiedad de
Xxx
Con este texto se intentan aclarar los conceptos básicos que se manejan en edición electrónica sin nombrarlos, haciendo uso del ejemplo para que el lector y la lectora se hagan idea de las diferencias de un tipo de edición y otra. La edición impresa se piensa más en términos de páginas verticales con sus márgenes y su numeración consecutiva, y la edición electrónica se piensa más en términos de pantallas horizontales contiguas donde la numeración pierde sentido y la navegación por hipertexto alcanza todo su realce. En la edición impresa el índice es una ayuda (vital en las obras técnicas) y la edición electrónica es, gracias al mecanismo del hipertexto, toda ella un permanente índice de saltos y referencias que los lectores no aprecian si la obra está bien planificada y realizada. Esto es así tanto en las páginas Web como en los libros en CD-ROM, que aunque deslumbrantes por su espectacularidad, no dejan de ser llamadas textuales a archivos gráficos, sonoros, fílmicos o referencias a bases de datos.
