Es llegado el momento de teorizar la práctica web.
Herramienta puede servir cualquiera. Aunque quedamos sometidos a la evolución que sufra la plataforma elegida. Yo opté por WordPress en 2003 después de probar Blogger, principalmente por no dejarme caer en las redes de Google.
Igual es un viejo dilema, ya vivido en su día con FreeHand sobre Illustrator y PageMaker sobre QuarkXpress. Pero es lo que hay.
Para trabajar con WordPress necesitas tener claro la diferencia entre página y entrada o post, el mecanismo de categorías y los menúes. Y olvidarte de plugins si no quieres enloquecer. Cuando uses uno, exprímelo bien antes de adoptarlo.
Hoy juego con la virtud de poder trabajar en línea, sueño que nunca conté con llegar a disfrutar.
Escribo esto un 16 de febrero de 2023 después de leer un enlace pasado por LuisMi sobre los jardines digitales.